El derecho a la libertad: legado sanmartiniano y desafíos actuales

El derecho a la libertad: legado sanmartiniano y desafíos actuales

El derecho a la libertad: legado sanmartiniano y desafíos actuales

San Martín entendía que sin libertad no había justicia posible. La opresión colonial negaba a los pueblos la posibilidad de autodeterminarse, de decidir sobre sus destinos y de organizar su propia vida política. Al encabezar las campañas militares que lograron la independencia de Argentina, Chile y Perú, el Libertador encarnó una de las mayores gestas jurídicas de la historia: la afirmación del derecho de los pueblos a liberarse de la dominación externa.

Ese mismo principio se refleja en el derecho contemporáneo. La Constitución Nacional argentina, sancionada en 1853, consagró libertades fundamentales que aún hoy rigen la vida social: libertad de prensa, de culto, de enseñanza, de comercio, de trabajar y ejercer industria lícita, entre otras. Estas garantías, que parecen cotidianas, tienen sus raíces en el ideario de independencia y en la lucha contra la tiranía.

No obstante, la libertad como derecho no está exenta de tensiones. En la práctica, requiere equilibrio con otros valores: la seguridad, la igualdad, el orden público. De lo contrario, se corre el riesgo de convertir la libertad en un privilegio para pocos. San Martín lo sabía: en sus escritos y cartas insistía en que la independencia debía ir de la mano de la justicia y de instituciones firmes que protegieran a todos por igual.

El mundo actual ofrece nuevos escenarios para reflexionar sobre este derecho. La libertad de expresión en tiempos de redes sociales, la libertad de tránsito frente a restricciones sanitarias, la libertad económica condicionada por crisis globales, son solo algunos ejemplos donde el principio fundante debe actualizarse a la luz de los desafíos contemporáneos.

A nivel internacional, instrumentos como la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Americana de Derechos Humanos refuerzan esta visión, estableciendo que toda persona tiene derecho a la libertad y a vivir sin opresiones. Argentina, al incorporarlos con jerarquía constitucional, reafirma que el espíritu sanmartiniano sigue vigente en su derecho positivo.

La conmemoración del 17 de agosto, entonces, no es únicamente un homenaje al Libertador. Es también un recordatorio de que el derecho a la libertad es una conquista que requiere cuidado constante. Las sociedades libres no se consolidan de una vez y para siempre: se sostienen con leyes que limiten el poder y con ciudadanos que defiendan sus derechos frente a toda forma de opresión.

El legado de San Martín trasciende lo militar. Es un llamado permanente a que el derecho nunca olvide su función esencial: proteger la libertad como la base misma de la vida democrática y del respeto a la dignidad humana.